Esto lo publiqué como piada en Septiembre 2008, y realmente creo que tiene más sentido como relato en el blog. Hace tiempo que lo querÃa insertar, pero no habÃa tenido ocasión. Espero que le pueda servir como orientación a quien está pensando en hacer la travesÃa de la Porta del Cel y esté buscando información adicional, aunque probablemente este relato tenga un punto de vista muy subjetivo. Como resumen más objetivo, dirÃa que se trata de una travesÃa bastante exigente, con desniveles bastante fuertes, y que requiere de buenas técnicas de orientación, sobre todo en la zona de Pinet, y sobretodo con niebla. Ahora bien, me parece absolutamente recomendable por el paisaje, especialmente agreste incluso dentro de los parámetros pirenaicos. Allá vamos...
Salimos de Barcelona mi hermano, mi compañera y yo, el jueves 11 a las 6:15, llegamos a Tavascan a las 9:45 y nos ponemos a caminar a las 10h aprox. En menos de una hora de marcha fácil nos plantamos en Graus. El cielo está nublado pero la temperatura es tirando a alta (sobre los 15ºC). El guarda está ocupado haciendo bocatas para un grupo de cinco con el que iremos coincidiendo durante la travesÃa, y tardamos bastante en conseguir nuestras "tarjetas de embarque" para ir sellando. También nos dan unas camisetas de La Porta del Cel que en ese momento no necesitamos, más peso para la mochila.
Salimos de Graus pasadas las 11:30, enfilando el bonito sendero hacia Noarre, flipo con lo distinto que está desde mi última visita, en Semana Santa con una nevada del copón. Llegando a Noarre, justo cruzando el rÃo, nos empiezan a caer las primeras gotas . Cuando alcanzamos las bordas, parada rápida para ponernos las membranas y los cubremochilas, y enfilamos el camino del bosque apretando el paso y lamentando nuestra suerte. Al final, haciendo balance, no tenemos mucho que reprocharle a la suerte, en vista de lo que podrÃa haber sido... A poco de empezar el ascenso por la ladera boscosa, empiezan los relámpagos, seguidos de sus consabidos truenos. Secretamente todos nosotros vamos contando los segundos entre la luz y el sonido, sin querer mostrar nuestra preocupación a los demás. 1,2,3... 1,2,3,4,5,6... Sigue lloviendo fuerte, pero el aparato eléctrico parece alejarse. Los ánimos van mejorando y al llegar a los Estanys Blaus amaina y al rato incluso sale el sol. No dura mucho, pero lo aprovechamos para descansar un poquito, comer unas barritas y discutir si subimos al pico de Certascan o no. Decisión: dependerá de las condiciones .
Con energÃas renovadas, emprendemos el ascenso al Coll de Certascan a ritmo vivo, se asciende con facilidad y por camino claro. Al llegar arriba, la nube está muy baja, y el pico metido en la niebla. La tormenta no anda muy lejos, y decidimos que no vale la pena arriesgarse. Empezamos la bajada y al cabo de poco ya divisamos el gran lago de Certascan. Nos gustarÃa hacer una paradita pero el tiempo no está para bromas, cada vez que nos paramos nos pilla la lluvia, de modo que seguimos hasta el refugio, al que llegamos antes de las 17h.
Las previsiones meteorológicas para los próximos dÃas no son buenas, y mucha gente en el refu duda entre seguir o abandonar, pues una vez en Pinet ya no hay posibilidad fácil de escape (para los que tienen el coche en Tavascan). Al final decidimos seguir, como casi todo el mundo, e iniciamos la etapa envueltos en la niebla desde el primer momento.
Ascendemos el Coll de Llurri con facilidad y bajamos a los Estanys de Romedo. Paisaje precioso, a pesar de lo poco que se ve a través de la niebla. Al menos no llueve y cruzamos los dedos para que se mantenga asÃ. Vamos bordeando los Estanys de Romedo hasta el inicio del Port de l'Artiga, un collado de los de verdad. Largo y empinado, hay que tomárselo sin prisa, pero sin pausa, como a mà me gusta. La parte final es muy bonita, un poco más tendida y herbosa, con un ambiente especial en medio de la niebla. Arriba el viento es cortante, por lo que iniciamos el descenso rápidamente, y aquà empieza el sufrimiento. La bajada por el lado francés es una larguÃsima tartera, que debido a la niebla y recientes lluvias, está totalmente resbaladiza. Enseguida compruebo que mi técnica habitual de largas zancadas o saltos en busca de las rocas más grandes y planas no va a funcionar; tras una caÃda de culo y dos resbalones peligrosos, me entra el bloqueo mental y empiezo a ir exasperantemente lento, titubeando a cada paso . Mis compañeros de fatigas ya hace rato que han optado por la opción más segura de ir apoyando el culo, y me sacan terreno rápidamente, hasta tener que pararse a esperarme. Cuando les alcanzo echamos una mirada preocupada al mapa, tratando de averiguar cuanto nos queda hasta el final de la tartera. Consigo desbloquearme y alcanzamos la pleta más abajo rápidamente. Casi al final mi hermano resbala y se pega una hostia resultando en un buen arañazo ensangrentado en el muslo. El pantalón ni se entera. En este punto sabemos que debemos abandonar el GR, y subir el espolón que nos queda a la derecha, pero no lo encontramos tirando de mapa. Decidimos preguntarle al GPS . Gracias a sus sabias indicaciones (habÃa metido los tracks descargables desde la web de la organización) encontramos el senderillo que asciende, por la izquierda de la cascada, hasta el Pointe de Recos, por un tramo empinado y aéreo, y precioso ahora que se ha aclarado un poco la niebla (solo un poco ¿eh? ). Tras una laboriosa subida, llegamos al espolón a partir del cual empieza el tramo más peliagudo a nivel de orientación. Hay que ir descendiendo la ladera, sin camino, buscando la cota correcta para poder enfilar hasta Pinet; si te equivocas puedes acabar en cualquier sitio menos en el refu. Para darle más diversión, la niebla se cierra y no se ve a más de 10 metros. Prestando suma atención al GPS, empezamos a descender por la ladera, empinada y herbosa, tratando de hacer una diagonal hacia la derecha. La hierba está súper húmeda y resbaladiza, y experimentamos el "efecto tobogán" . Poco a poco vamos avanzando, perdiendo, buscando y re-encontrando el track, hasta que en el cruce de un torrente nos desviamos "un poco" y acabamos en el "camino" equivocado. De repente, superada una loma, aparece ante nosotros el refugio de Pinet, pero nos separa de él un pedazo de barranco por el que baja un torrente capaz de arrastrar a un elefante. Estamos a 40 o 50 metros del refugio, pero llegar hasta él nos costará una hora adicional . Empezamos a remontar la ladera monte a través, tratando de encontar el camino correcto y el cruce del torrente, el cual hallamos al cabo de un rato, pero cuando ya creemos que está todo superado nos aparece el regalito final. Como estamos al fondo del cañón, tenemos que hacer una última grimpada, fácil en condiciones normales, pero un poco chunga con la roca mojada. Además está muy expuesta (caÃda = bye bye) y para "ayudar" tiene un cable de goma que cuelga atravesado que, aunque está puesto con buenas intenciones y es verdad que da una cierta confianza, puede resultar un estorbo y provocar un susto . Atención montañeros no acostumbrados a grimpar, aquà podéis pasar un mal rato (mis compis asà lo atestiguan). Llegamos al refu a las 19h, y ya desde fuera oÃmos cantos de "La vall del riu vermell", "L'estaca" y etc., cortesÃa de un numeroso grupo de cracks que ha salido después que nosotros y ya nos habÃa adelantado en los Estanys de Romedo.
Cenamos a gusto (me encantan las sopas de verduras que se curran en Francia), y antes de dormir salgo fuera para otear el panorama y sorpresa, ¡está nevando a saco! Nos acostamos pensando en cómo nos va a afectar la nieve en la subida a la Pica.
El sábado parece que hay quorum entre los participantes en la travesÃa de estos dÃas sobre la conveniencia de ir juntitos, por lo que hacia las 8:30 nos vamos apelotonando en el porche del refu, nadie parece querer adelantarse. Parece que ha nevado bastantes horas, pues el paisaje ha cambiado radicalmente, y nos encontramos con unos 10 cm de nieve ya en la cota del refugio (2246m).
Nos preguntamos inquietos cómo estará más arriba. Finalmente nos lanzamos a por la etapa, e iniciamos la larga subida a buen ritmo, con resbalón aquà y resbalón allá, pasando dificultades en las pequeñas chimeneas que nos vamos encontrando, que son muy fáciles en seco pero no tanto con nieve. La visión de los pequeños lagos que van jalonando el recorrido, envueltos en un entorno de nieve y niebla, compensa las dificultades, y la progresión se hace muy amena. 2400, 2500, 2700, ganamos cota rápidamente, y a medida que subimos la niebla es más densa y la visibilidad peor. La temperatura ha ido bajando y estamos en torno a los 0ºC.
De repente se empiezan a correr voces de que nos estamos equivocando, algunos parece que van directos a la ladera del Montcalm, creyendo que es la Pica . Otros buscamos el camino por la ladera oeste, metiéndonos en un jardÃn del que cuesta salir. Al final nos vamos reagrupando en el último punto conocido, un laguito en el que habÃa una fita claramente marcada. Empieza discusión sobre la dirección a seguir, los GPS discrepan entre sà y unos se quieren ir hacia el oeste no se sabe muy bien a donde. Al final gana el nuestro , que es más nuevo y tiene en pantalla el mapa con sus curvas de nivel y el track marcado, y conseguimos identificar puntos de referencia tanto en el mapa como en la pantalla del GPS. Con cuidado retrazamos nuestros pasos, para ir encontrando hitos que nos confirman que estamos de nuevo en el buen camino. Algunos miembros del grupo grande están empezando a tener problemas de frÃo debido a la parada, y alguien necesita atenciones en sus manos. La situación es tensa pero al menos sabemos donde estamos, aunque no se vea tres en un burro. Poco a poco seguimos ganando cota, 2800, 2900, y aquà el viento nos empieza a azotar de lo lindo. La temperatura de sensación debe ser de bastantes grados bajo cero, todos tenemos escarcha en pelo, cejas, pestañas, serÃa divertido si no fuera porque algunos lo están pasando mal. Llegando al punto donde se separa la arista amplia que va a la Pica, se hace un pequeño cónclave para decidir si subir o empezar a bajar. Estamos a 3050m aprox, muy cerca del techo de Catalunya, pero la visibilidad es nula y hay gente que está pasando mucho frÃo. Nosotros optamos por dejarlo para mejor ocasión, y empezamos el camino de descenso ya buscando el coll de Sotllo. Un nutrido grupo de valientes decide subir a la Pica d'Estats para descubrir de qué color es la niebla a 3143m de altura . Por suerte ambos grupos tenemos GPS; uno sube, otro baja. Descendemos con precaución pues el sendero está desaparecido debajo de la nieve, pero no hay suficiente grosor como para tener la tranquilidad de no meter el pie entre dos rocas y hacerse daño. Tras algunos resbalones, encontramos el camino, este sà más marcado, que viene del coll de Sotllo. Lo subimos tranquilamente, sabiendo que lo peor ya ha pasado, e iniciamos su descenso buscando ya l'Estany d'Estats, bastantes cientos de metros más abajo. La bajada es relativamente cómoda, patinazo aquà patinazo allá, hay alguno que está más rato de culo que de pie, pero al final llegamos a los llanos, pasamos los lagos d'Estats y de Sotllo, y seguimos el camino de bajada hacia Vallferrera con paciencia, ya no hay prisa.
La última etapa es la más larga, y se preveen dificultades de orientación, por lo que a las 7:30 nos ponemos en marcha. Algunos ya han salido, otros todavÃa están desayunando. Tras una corta bajada por pista, cruzamos el rÃo y tomamos un agradable sendero por el bosque que nos acerca al pie del Coll de Baborte. El primer tramo de subida discurre todavÃa por el bosque, hasta llegar a la ladera abierta, a unos 2000m, desde donde ya se tiene una perspectiva espectacular del valle. Comemos unas barritas al lado de una bonita cabaña, y retomamos los casi 500m de desnivel que nos faltan para llegar al collado de Baborte. Aquà ya empezamos a encontrar nieve discontÃnua, y a partir de los 2200m ya es un manto uniforme, de unos 10-15 cm. de grosor. La subida es durilla pero las vistas al valle preciosas. El cielo se va tapando y nos damos cuenta de que arriba vamos a encontrar niebla otra vez.
A partir de 2300m el viento empieza a azotarnos con ganas y volvemos a estar en un ambiente bastante invernal, como el dÃa anterior. Llegamos al collado de Baborte, admiramos por última vez las panorámicas del valle, y nos giramos para ver el lago y el refugio libre de Baborte, de un atractivo color naranja . Este refugio se encuentra casi 100m por encima del lago y la guÃa de la travesÃa advierte que es mejor ganar cota por la ladera desde el collado en lugar de ir por la orilla del lago, y eso intentamos siguiendo unas fitas. Al cabo de unos minutos nos encontramos en una situación delicada, en una ladera rocosa bastante escarpada, y con las repisas que deberÃan servir para poner los pies totalmente congeladas y resbaladizas. Mi hermano muy prudentemente se niega a seguir progresando, miro hacia abajo y veo que un resbalón supone darse un chapuzón en el lago 10 o 15 metros más abajo, después de rebotar varias veces por la pared... no gracias . Desgrimpamos como podemos el tramo que ya hemos hecho, preguntándonos cómo narices hemos pasado determinados pasos, y volvemos al collado. Tras un breve intercambio de opiniones, decidimos probar por la orilla del lago. Al principio parece que va a ser complicado pero luego se va haciendo más sencillo e incluso encontramos marcas de GR. Parece que el mapa y la guÃa nos han engañado un poco... Al llegar al refugio de Baborte nos encontramos con un grupo que habÃa salido antes que nosotros, que nos están esperando. Los collados están inmersos en una niebla densa, y con buen criterio han decidido esperar a los que llevan GPS para atravesarlos juntos. Recuperamos energÃas brevemente dentro del refugio, nos abrigamos y continuamos. El frÃo es bastante intenso (estamos ya bajo cero), y nos damos caña para entrar en calor. Aquà ya hay bastante más nieve, entre 20 y 30 cm. A pesar de todo llegamos con facilidad al collado, cerca de 2500m, y hacemos un cónclave para tomar la decisión más importante de la travesÃa. ¿Segir por el camino de La Porta del Cel, o seguir el GR para perder altura antes y minimizar el riesgo de perderse? En el refu de Vallferrera nos han advertido de que el camino es muy perdedor, hay mucha niebla, mucha nieve, mucho frÃo y si seguimos el camino de LPDC todavÃa nos falta ganar casi otros 200m hasta la Roca Cigalera. Al final la prudencia se impone y de forma casi unánime se decide buscar el GR y regresar a Tavascan por el valle. Algunos nos morimos de ganas de intentar el camino, pero lo fundamental es mantener el grupo unido. De modo que buscamos y encontramos el GR (tenemos muchos ojos ) y empezamos a descender hacia el valle, para al cabo de una horas cruzar el Pont de Boavi y encontrarnos ya muy cerca de la pista que nos llevará a Tavascan.
Total, unos 60 km de travesÃa, con unos 5000m de desnivel positivo y otros tantos negativo, en unas condiciones que han endurecido la travesÃa más de lo normal. Si no me equivoco, de las 30 personas que estábamos en Certascan el jueves por la noche haciendo la Porta del Cel, ninguno ha terminado haciendo el último tramo por el recorrido oficial, sellando en la Cabana de Boldis. Cuando llegamos a Graus a poner el último sello nos dijeron que habÃamos tomado la decisión más acertada pues bajando la Roca Cigalera (¿o de Boldis?) parece que hay una tartera que habrÃa sido muy peligrosa con nieve. Las condiciones meteorológicas (niebla, frÃo, nieve) han sido duras pero aún asà me siento afortunado de que no nos haya pillado una tormenta de rayos o una buena ventisca (que lo segundo estuvo cerca...).